sábado, 4 de septiembre de 2010

El importuno

Camina con paso vacilante tanteando el peligro con ese trozo de madera sobre el que carga todo el abatimiento. Siempre un paso adelante, convertido en una prolongación de su propio cuerpo, ahora le resulta hostil

Cuelga el bastón en el perchero porque decide que ya no lo necesitará.

Baja las escaleras lentamente y al salir a la calle toma coraje.

De a poco su paso se va haciendo más seguro, y al rato de andar ve con estupor, proyectada en la pared, una sombra alargada que lo sigue.

Raquel

No hay comentarios: