jueves, 9 de diciembre de 2010

Los Fantasmas

Cuando se apagan las luces, los fantasmas de la biblioteca, ya libres de presencias importunas, se sientan a la mesa.

Hartos de haber escuchado el relato de sus propias historias, imposibilitados para hablar mientras eran nombrados y juzgados por sus acciones, necesitan ahora contar la verdad.

Sentados en silencio, con las sillas casi pegadas una a la otra, comenzarán la ceremonia:

El hombre que descubrió la traición en su propia cama.

El pintor que se refugió en las montañas y no permitió que lo compraran como una mercancía.

El pescador que naufragó buscando otras tierras.

El condenado a muerte y su última visión de una paloma en la ventana.

El abuelo que deseó volver a ser un niño.

La cuchara que hubiera querido saciar todo el hambre del mundo.

La niña-felino que salió a buscar a su mascota.

El joven que se preguntó por los orígenes de la vida.

La mujer que se aferró a los objetos del pasado y decidió cambiar el rumbo.

El adolescente que murió misteriosamente, víctima del amor.

El hombre revelador de los secretos de otros hombres.

Otros fantasmas los miran y esperan su turno.

Raquel

1 comentario:

Marga dijo...

Gracias Raquel. Inventemos más relatos para mantener entretenidos a los fantasmas.